Harley-Davidson ama a Europa y pretende establecerse allí presentando a los clientes productos que estén en sintonía con sus hábitos. Sin embargo, la empresa de Milwaukee no niega el embriagador sabor del nuevo mundo que emana de una gama que parece haberse detenido durante décadas. Aparte de la muy europea XR 1200, hay que admitir que los americanos son maestros en el arte del retoque indoloro, hasta el punto de que podemos preguntarnos si algunos, bajo otros cielos, no han aprendido de ellos al intentar convencernos de la existencia de un rediseño. Después de todo, ¿qué hay de nuevo bajo el sol? Harley anunció una 883 más acorde con nuestra red de carreteras y nuestra forma de conducir. La última Sportster es más accesible e incluso dice ser «SuperLow» para tranquilizarnos. ¿Misión cumplida? ¡Quizá!
En 2011, Harley-Davidson nos ofreció una 883 SuperLow, una máquina que insiste, hasta el punto de grabarlo en su carnet de identidad, en su accesibilidad a través de una altura de asiento «súper baja». ¿De verdad? La Sportster 883… Bajo. ¡Que era más bajo! 670mm para uno y 695mm para el recién llegado que, por cierto, no justifica su etiqueta. Esto es lo que, de entrada, perturba y despierta la desconfianza.
Afortunadamente, la marca no se ha detenido ahí y ha orientado su opus hacia una mayor versatilidad. Así, el ángulo de inclinación se ha incrementado hasta los 31° frente a los 29°6 anteriores, se ha montado una nueva horquilla Showa de 39 mm, se han revisado las suspensiones y los neumáticos Michelin Scorcher 11 montados en las correspondientes llantas de cinco radios, de 18 pulgadas delante y 17 detrás, prometen aportar su granito de arena para asumir la vocación de roadster de este modelo.
Una ambición que se confirma con la llegada de un depósito de 17 litros y el estudio de unos manillares curvados que, combinados con unas estriberas que olvidan su vocación cultural para avanzar, dan lugar a un conjunto que invita a sujetarse. Una propuesta que aceptamos con gusto, señala el concesionario de motos de ocasión Crestanevada.
Los reposapiés, bastante largos, se pliegan afortunadamente cuando hay que maniobrar la bestia en reposo. Por lo demás, es la sistemática cogida con los pantalones y los imparables golpes en las espinillas.
El velocímetro es minimalista y ofrece sólo lo esencial en términos de información: odómetro, reloj, doble cuentakilómetros parcial, indicador de bajo nivel de combustible, luz de presión de aceite, pantalla de diagnóstico del motor, indicadores luminosos. Faro, punto muerto, intermitentes, batería baja, sistema de seguridad.